El milenario arte de encapsular la felicidad. Su fugacidad nos obliga a buscar protegerla. Nada más fugaz que la felicidad. Nos desvivimos por lograr atrapar esa fugacidad. Con ese axioma como bandera vamos por la vida tratando de encapsular momentos de felicidad.
Lo extraordinario sucede cuando nos damos cuenta de que el propio momento encapsulado de felicidad nos pide a gritos salir de esa cápsula, liberarse. Así como necesitamos encapsular, ahora exigimos liberar esa felicidad para recuperar su frescura, para recordarnos de su fugacidad y así volver a comenzar el ciclo.
Teníamos la felicidad encapsulada desde 1986. Firmemente encapsulada. La encapsulamos con la imagen de Maradona con la copa en alto en el sofocante calor mexicano de aquel año. Fue una felicidad que se encapsuló por su propio peso. Herméticamente sellada. Le pusimos una indomable cuota de devoción y dejamos que el tiempo se encargara de macerarla. Se nos hizo cuesta arriba exigir la liberación de esa felicidad para que el ciclo volviera a producirse.
Dolorosos 36 años de recorrido.
Empezamos a darnos cuenta de que la cápsula perdía poder de protección cuando la cabeza de Dibu, al galope y decidida a ir al frente, fue con decisión hacia adelante a resolver un asunto pendiente con Kolo Muani.
La cabeza va primero, el cuerpo acompaña.
Kolo Muani está a un paso de encapsular su momento de felicidad; Dibu a un suspiro de terminar de resquebrajar la felicidad encapsulada del 86. El proyecto de felicidad de Kolo Muani se hace trizas sobre la pierna izquierda de nuestro Sargento Cabral. Dibu termina de darle el último golpe a la felicidad encapsulada 86. No lo sabemos todavía pero empieza a liberarse tímidamente. El trabajo de nuestro Sargento Cabral está hecho. Se lo debe a su capitán, a nuestro capitán.
Por Messi, la vida.
La felicidad es plena. No nos están contando cómo es, la estamos viviendo en carne viva, nos está atravesando.
Por primera vez a todos por igual.
Por Messi, la vida.
Porque se lo merece, inclaudicable en el ejemplo de no darse por vencido si la gloria está en volver a encapsular un momento tan fugaz como la felicidad.
Inolvidable 2022